A sólo 179 kms. de Santiago y alojada en el sector de San Vicente de Tagua Tagua, en el valle de Millahue, se encuentra el espectacular Hotel Vik, el cual sin más pretensiones que un simple portón de madera, nos recibe para una experiencia inolvidable.
Rodeado de viñedos y sobre una colina en la cual se aprecia una cúpula de titanio está el hotel, el que desde ya ofrece una vista de 360º al valle y cordillera. El diseño cuya inspiración fueron las montañas que rodean la viña y los vientos que la cruzan durante el día, estuvo a cargo del arquitecto uruguayo, Marcelo Daglio.
Entrar al Hotel toda una experiencia, lo primero que nos llamo la atención fue la cantidad de arte reunido en un solo lugar, IMPACTANTE. El arte predominaba en todos los espacios.
Son 22 habitaciones y 7 bungalows, cada una totalmente distinta a la otra. Los dueños llamaron a artistas chilenos y extranjeros para que diseñaran las habitaciones, lo que le entrega a cada una mucho carácter.
Treinta reconocidos artistas nacionales contemporáneos y cinco internacionales protagonizan los espacios de este hotel. Felipe Cusicanqui, Cristián Abelli, Sebastián Valenzuela, Gonzalo Cienfuegos, Álvaro Gabler, Totoy Zamudio, Roberto Matta, Patricia Fernández, Mario Toral, José Basso y Ricardo Irarrázaval, entre otros. El japonés Takeo Hanazawa, la uruguaya Vicky Aguirre, el alemán Anselm Kiefer, el argentino Antonio Seguí y el noruego Kjell Nupen eran los extranjeros.
Además, Alexander y Carrie, los dueños del VIK, se preocuparon personalmente de la decoración de cada una de las habitaciones, en donde también aportaron con su colección privada.
Gozamos conociendo todas las piezas, recorrer el hotel es una verdadera Aventura que te permite acercarte al arte imaginándote que estas en un museo. Uno de los datos curiosos es que cada uno de los muebles fue comprado en distintas ferias alrededor del mundo.
La Master Suite Shogun, diseñada por el artista japonés Takeo Hanazawa
Suite Valenzuela , por los cuadros de Sebastián Valenzuela
La Habitación Vik Master suite, con una espectacular vista sobre el valle.
Es difícil imaginar que tenemos un lugar así de espectacular tan cerca de Stgo…estar ahí fue una verdadera oportunidad para descansar , desconectarnos y disfrutar de una rica comida y vinos espectaculares.
La experiencia en el Vik no sería lo mismo sin sus paseos; un paseo por las viñas, ideal hacerlo en bicicleta o a caballo.
Además, visitar la bodega para un tour en donde te enseñan los distintos procesos que esta viña sumados a una degustación de vinos de gran nivel. ¡aclamados y galardonados!
Reconocida por su fantástica arquitectura que fue encargado a los ganadores del concurso; Smiljan Radic junto a Loreto Lyon, mezcla de hormigón , piedra y ventanales de grandes dimensiones, es una real mezcla de modernidad. En la entrada de la bodega destaca la instalación de la artista Marcela Correa, con una serie de rocas esculuturales y pasarelas.
No podemos dejar de nombrar la envidiable huerta, en la cual se producen gran parte de los vegetales y algunas frutas que se consumen en la cocina.
La cocina del Vik utiliza el 80% de lo que se consume de su huerto y para el resto se abastecen de productores locales. Su intención es lograr el 100% de sustentabilidad en la cocina, y para eso están en un proyecto que incluyen huertos más grandes .
A pesar de que teníamos miedo de que dos días fueran muy poco, logramos descansar, relajarnos y desconectarnos, que era nuestro propósito inicial, y disfrutar de un lugar que realmente recomendamos.