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Hotel Hacienda Vira Vira: Una aventura de lujo

Hotel Hacienda Vira Vira: Una aventura de lujo

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Hotel Hacienda Vira Vira, ubicado en un parque de 23 hectáreas a orillas del río Liucura, IX Región, hotel de lujo que se destaca no solo por su arquitectura, diseño y servicio de primer nivel, sino también por sus más de 50 actividades y excursiones que ofrecen.

A las afueras de Pucón, camino al lago Caburga, se encuentra el destacado, protagonista de este nuevo DecoTour.

El, miembro de la Asociación de Hoteles y Restaurantes Relais & Chateaux, nace junto a un nuevo concepto de vacaciones, que ellos mismo denominan «La elegancia de la aventura», ofreciendo hospitalidad personalizada de primera categoría a través de excursiones inolvidables, diseñadas exclusivamente para los distintos gustos e intereses de sus huéspedes.

 

Ubicado en un parque de 23 hectáreas a orillas del río Liucura, IX Región, este hotel de lujo destaca no solo por su arquitectura, diseño y servicio de primer nivel, sino también por sus más de 50 actividades y excursiones que ofrecen.

 


Desde espectaculares trekkings por el Parque Nacional Villarrica, rafting en el río Trancura o ciclismo al pie del Volcán para los más aventureros, hasta avistamiento de aves, pesca con mosca o clases de yoga para los que prefieren actividades más tranquilas.

 

Y para los menos aventureros, cuentan con un montón de actividades para relajarte y disfrutar, como clases de cocina, elaboración de quesos, visita a artesanos o paseos por el día a la ciudad argentina San Martín de Los Andes.

 


Michael y Claudia Paravicini son los dueños detrás de . Michael era un reconocido banquero de Suiza, pero que a los 49 años decidió dar un giro en su vida, renunciar a su trabajo y junto a su familia se instalaron en el sur de Chile para concretar el sueño de dedicarse a la hotelería. 

 

Claudia, es profesora de yoga y ha realizado toda la decoración del hotel, trabajando de la mano de artesanos y artistas locales creando piezas únicas.


Santiago Valdés y Marcela Rodriguez, fueron clave en su gran apoyo en el interiorismo



El hotel es atómico, tiene TODO lo que necesitas y más. Cuentan con sus propias materias primas y una granja donde crían a sus propios animales, junto a una lechería y quesería espectacular, donde elaboran quesos al estilo tradicional suizo. Además, cuentan con toda una flota de autos, camionetas, vans y hasta un helicóptero para satisfacer todas las necesidades de sus huéspedes. (En verano, cuando hay mucho taco, ofrecen el servicio de traslado en helicóptero al aeropuerto de Temuco).

 

 

NUESTRA EXPERIENCIA:

Llegamos un día jueves a las 10.00 am al aeropuerto de Temuco. Allí nos esperaba Jorge, su gentil guía, quien nos llevó, junto a otros turistas australianos, rumbo al hotel. El transcurso es de una hora y media aproximadamente, pasando por Villarica y sus preciosos paisajes.

 


Al llegar nos esperaban para darnos la bienvenida y destinarnos a nuestras habitaciones, no sin antes corroborar nuestras preferencias de comidas, (ideal, ya que ambas somos vegetarianas), y programar nuestros paseos para el resto de los días.


Una de sus «Villas» donde tuvimos la suerte de dormir.


Llegó la hora de almorzar, algo que esperábamos con ansias ya que sabíamos que contaban con una alta gastronomía. En su restaurant gourmet, la mayoría de los ingredientes utilizados en las preparaciones provienen de productos elaborados en su propia hacienda. Cada día el Chef prepara cuidadosamente un menú, mezclando los productos de su propia hacienda junto a ingredientes de la zona, para ofrecer platos novedosos con inspiración internacional. La experiencia gastronómica se complementa con una espectacular vista al volcán y a la laguna, en una atmósfera placentera y un servicio personalizado del maître, quien se encarga de explicar el menú diario y ofrecer el maridaje perfecto. La carta incluye además una exclusiva selección de vinos de todos los valles de Chile, junto a una gran variedad de zumos naturales y novedosos cocktails, además de tragos clásicos y cervezas nacionales e internacionales.

 


En la tarde fuimos a andar en bote por el río Liucura, y finalizamos con una comida deliciosa. Para terminar el día, nos esperaba un delicioso hot tub, ubicado al aire libre junto al río. Nada mejor para relajarse y disfrutar de ese momento mirando las estrellas junto al sonido del agua.

 


Al día siguiente nos despertamos con un desayuno memorable, super natural y sano, con productos de calidad, jugos y smoothies a elección, porridge de avena, variedades de panes artesanales, huevos de gallinas de campo, café de grano y leches vegetales. Todo junto a una preciosa presentación.

 


Una vez desayunado, nos embarcamos en una nueva aventura; un paseo hacia la frontera con Argentina, donde pasamos por la playa de la laguna Quillelhue, y vimos sus enormes Araucarias.

Luego fuimos a la casa de la artesana Juanita Becerra, maestra en la confección de telares y tejidos tradicionales, y almorzamos con la mapuche Irma Epilef, quien nos invitó a su ruca y nos contó sobre la historia de los mapuches, su cosmovisión, su medicina, y su cultura. Irma, junto a sus hijas, tiene un restaurant donde ofrece un menú delicioso a base de recetas tradicionales.

El sábado nos levantamos ansiosas por volver a comer ese desayuno de los dioses. Una vez listas, nos embarcamos en otra excursión, esta vez hacia Los Saltos de la China y La Leona, un paisaje clásico del sur de Chile, donde la naturaleza se ve tan potente e impactante.

 


Nos fuimos fascinadas, habiendo vivido una experiencia completa, comiendo delicioso, tomando buenos vinos y relajadas, aprendiendo de la cultura mapuche y su artesanía, conociendo paisajes espectaculares y vibrando la naturaleza al máximo, con un servicio personalizado de primer nivel, y un staff que se preocupó de hasta el más mínimo de nuestros requerimientos.

Sin duda, una experiencia única que esperamos volver a repetir en otra ocasión.

Etiquetas: Decotour