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Consejos para elegir el jarrón perfecto para un ramo de flores

Consejos para elegir el jarrón perfecto para un ramo de flores

| Josefina Strahovsky

El jarrón adecuado puede hacer que un ramo de flores destaque o que pase al olvido. Por eso es tan importante elegir el adecuado y conocer los ramos que mejor le quedan. Acá te dejamos algunos sencillos consejos para lograrlo:

Poner flores en un florero puede parecer algo muy fácil, y lo es si es que conocemos el tipo de ramos que le queda bien a nuestros jarrones. Como todo en decoración hay que conocer algunos trucos para lograrlo y así sacarle el mayor partido a lo bueno de tener flores frescas en la casa.

Acá te dejamos algunas claves para elegir el jarrón perfecto:

¿Dónde irá?

La ubicación es clave para comenzar con nuestra elección, será determinante para elegir el tamaño y el largo de las flores. Hay que evitar colocar un jarrón grande en un espacio pequeño, siempre hay que intentar mantener un equilibrio.

 La regla de 3 aplica:

Esta regla nunca falla, la idea es dividir ( mentalmente) el ramo en tres partes. Una debe quedar dentro del jarrón y dos partes afuera. Así de simple.

 Paleta de colores:

Lo ideal es siempre pensar en tonos que vayan en armonía con nuestro arreglo. Lo ideal es tener un par de opciones en la casa para cubrir todos los frentes: uno transparente, uno de tono neutro y otro que destaque por su colorido o textura.

4 floreros para cada ramo: 

  1. Un jarrón de “cuello ancho” queda perfecto para un arreglo tipo buquet con diferente grosor y alturas…permite que las flores caigan sin problemas. Un jarrón

 

  1. Un florero estrecho, es perfecto para ramas largas y reducidas. Nada muy abundante. Ahí  el truco está en poner la cantidad justa… cuanto menos recargado esté, mejor será el resultado.

 

  1. Los jarrones cortos son perfectos para ramas también de tallo pequeño. Flores como las rosas o peonías quedan muy lindas en este tipo de florero.

 

 

  1. Acampanados, estos floreros son ideales para ramas largas. Así quedarán cerca en la base, para luego extenderse. Acá la clave es dejar espacio para que las flores o ramas puedan expandirse.